Thursday, September 07, 2006

Personajes: HOUSE


House es el apellido de un médico anarquista que deambula cojeando por los capítulos de la serie a la que da nombre. A mucha gente que me había hablado bien de ella, no les había hecho mucho caso porque los culebrones médicos, tipo Urgencias, nunca me había llamado la atención. Craso error, voy por el episodio 20 de la segunda temporada y la verdad es que engancha, y mucho.

La receta para convertir la práctica de la medicina en algo tan interesante (quitando aficionados al sado y al gore de agujas y trepanaciones) es el propio personaje House, un amoral, individualista hasta la médula, borde, políticamente incorrecto, genio en la medicina del diagnóstico, completamente incapaz de interaccionar normalmente con otros seres humanos. ¿A quién recuerda ese arquetipo? Sí, una vez más a Sherlock Holmes y a su inhumana capacidad de deducción. En el mismo paquete de la deducción cuasidivina, también va el del desprecio a las normas y a las relaciones interpersonales, ya sean amorosas o de otro tipo.

Camuflado más o menos, en la serie asistimos al éxito de un Holmes médico rodeado de un equipo de watsons adláteres, compañeros de hospital de los que abusar, pacientes que diagnosticar, y de enemigos materializados en forma de evasivas enfermedades y la rémora de un sistema de salud que no está al servicio del propio House y sus demoledoras intuiciones, sino al de ganar dinero a espuertas (aunque tampoco se insiste mucho en ello).

Si bien no es así del todo, House hace trampas -y ahí otro de los valores de la serie-, desprecia casi todo, pero en el fondo aprecia a sus pupilos y a su único y sufrido amigo, Willson, oncólogo de profesión, santo de vocación. House es un ser herido que ha reaccionado con una gruesa concha de ironía salvaje, ataca antes que otros lo hagan, desprecia antes de que lo desprecien, o, algo peor, lo compadezcan por su cojera. La serie insiste un poco en la línea de la película aquella de Holmes y Freud (Elemental, doctor Freud). Podrían haberse cargado el arquetipo, pero los guiones son lo suficientemente buenos como para bordear con éxito los abtrusos territorios del sentimentalismo y salir con éxito.

La serie ha seguido en muchos puntos la forma de hacer televisión que inició CSI. Comparten, incluso, a Holmes como arquetipo del personaje principal (Grissom tambien es un Holmes asocial y fascinantemente listo), y la infografía gore de arterias reventando y bacterias mordiendo músculos y tejidos. Es una muestra más de este tardío reverdecer, un canto de sirena a la muerte de la televisión tal y como la conocemos, que, por lo menos en España, terminará siendo tan solo anuncios, marujas gritonas y cinco minutos de telediario promocionado. Recupera el buen sabor de los seriales, una narración en imágenes que está mucho más a medio camino de la literatura que el propio cine: una serie puede desarrollar personajes, situaciones, argumentos en arco de un modo tan efectivo, con tanto tiempo para contar cosas, como tiene la propia literatura en la extensión de las 300 páginas de una novela.

Pensándolo un poco, intentando extraer la esencia que hace a la serie tan interesante, he llegado a la conclusión de que lo atractivo de esos personajes tan extremos como House, Grissom o cualquiera de los muchos trasuntos de Holmes que hay por ahí deambulando con mayor o menor éxito, es la libertad. Sí, así como suena, son seres libres, no costreñidos por las normas sociales, por la buena educación, por la corrección política. Ni siquiera se someten a la dictadura del amor -romántico, conyugal, filial-, son libérrimos y obsesivos seguidores de su propia inteligencia y de la interpretación del mundo que esta les brinda. De ahí su poder: no hay vendas que les nieguen la realidad.

Por supuesto el transgresor tiene que pagar un precio -la libertad nunca fue gratis, terminan siendo víctimas de la soledad, odiosos freaks a los que se recurre solo porque son efectivos en grado sumo- pero es agradable ver cómo la jaula social tiene puerta y esta puede ser abierta.

11 comments:

Alejandro Caveda said...

House es un Becker pero llevado al extremo... No tan cascarrabias pero si más antisocial y engreido. Muy buen análisis el que haces del personaje, en especial esos acertados paralelismos con Grissom y Holmes. Algo hay de ambos en el personaje, pero también de Hugh Laurie, que personalmente me parece un gran actor. Saludos cordiales.

Anonymous said...

Me habían hablado muy bien de House, pero nadie lo ha hecho como tú. Ahora sí que puedo decir que me ha picado la curiosidad. A ver si configuro la mula de una vez, jeje. ;-)

Edu said...

No se puede vivir sin la mulita... es como una droga :)ra

Anonymous said...

Síiiiiiii, cierto. Me siento rara, como si no fuera de este planeta. XDDDDDDD (En serio, a estas alturas, es otra forma de incultura)

Anonymous said...

Je, otro engachado con House y Grissom. Curioso.
No había visto yo la relación entre Grissom y House, pero creo que tienes razón, aunque Grissom es más asocial (no sé si le interesa el funcionamiento del resto de la sociedad) y House directamente antisocial (evita al resto de la sociedad). aunque los dos piensan algo parecido: "los testigos no son de fiar, solo las pruebas" y "los pacientes mienten".
Por lo que leí Holmes esta inspirado en un profesor de Conan Doyle, este profesotr era médico o médico forense (Doyle estudio medicina). Si es así, el círculo se cierra.
También creo que puede haber alguna relación entre CSI y una cosa que escribió Sagan sobre seris policiacas y ciencia en "el mundo y sus demonios".
A mí algunas veces me gustaría decir cosas como las que dice House, pero no me da de sí el guionista ¡una pena!

Edu said...

Yo casi prefiero que el guionista interior no me de para ser como él.

House no sobreviviría en el mundo real. Al primer error, y no hay nadie infalible, a la cárcel o, como sucede en el último episodio de la segunda temporada, a una cama de hospital por que un paciente cabreado te ha metido una bala en el cuerpo.

Anonymous said...

¡Eah! Es lo que tiene tener de parte de uno a los guionistas de la serie, siempre sales bien parado (a menos que el actor pida aumento de sueldo).

Anonymous said...

Mirad lo que he encontrado por ahí:
http://javimoya.com/blog/2006/05/11/elemental-querido-house/

Y en cuanto a lo que comentas sobre la libertad, es curioso: me ha recordado a un artículo que escribiste sobre Gormenghast, los compromisos sociales, las bodas y las fiestas de cumpleaños.

Sólo que al revés ;-)

Anonymous said...
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Virgilio said...

Odio cuando tengo que quedarme a trabajar hasta tarde un jueves o el tránsito es tan intenso que llego tarde para ver House - es absolutamente adictivo. Y la puerta de la jaula está bien abierta, no hay que dejarse engatusar por todo lo escrito o reportado por TV - "lo dice Freud" parece palabra santa - y??? acaso es matemática? hay que atreverse a desafiar

sofia mares said...

Sólo me viene a la mente la frase de una melancólica, aunque no menos interesante canción de SR: "...la angustia es el precio de ser uno mismo..."

Y si, House es un ejemplo ,más del precio de la práctica y sensata libertad de vivir.