Friday, August 03, 2007

Capitalismo suicida.

Sorprendentes son los mecanismos autoreguladores del capitalismo. Curiosamente funcionan más o menos, y se puede responder a esa pregunta que hacía un comunista ruso poco informado acerca de quién planificaba la fabricación del pan para Londres con un terrible "nadie".

Es cierto, nadie planifica quién fabrica el pan y en que cantidades. El problema es la generalización interesada y neocapitalista globalizante (habría que inventar algun termino lejos del horroroso "neocon", que me parece poco capaz de agrupar tantas ideologías finiseculares de moda hoy en día). La producción del pan no la planifica nadie pero, sin embargo, tiene un precio máximo. Quizá es un resabio de aquella subida del pan que inflamó el combustible de la Revolución Francesa, pero es un exponente de los mecanismos de control que hay que introducir en una economía capitalista para que no se convierta en un mecanismo perverso que desequilibre la sociedad hasta el punto de la ruptura del pacto social.

Perverso y autodestructivo, añado yo. Parece que en estos tiempos de pelotazo tras pelotazo se nos ha olvidado la gran lección para el mundo que supuso el crack del 29. Ni siquiera en los USA hay una libre economía de mercado real, y por buenos motivos. Es un hecho que nadie parece poner mucho sobre la mesa: el capitalismo es autodestructivo dejado de la mano de dios. Solo tiene una ley: beneficios, cuanto más mejor; cuanto a más corto plazo, mejor. Eso se expresa de un modo muy claro con el viejo cuento del ganso de los huevos de oro. Como bestia ciega, salvaje y de pelo engominado, el capitalismo sin bozal destripa al ganso aurífero en cuanto le sueltas la correa.

Otro efecto curioso y relacionado con lo anterior, del desarrollo capitalista es la tendencia a los monopolios. Hay tres formas de vencer a la competencia: con mejores relaciones calidad/precio, eliminándola, o llegando a un acuerdo. Ahora parece que está feo lo de eliminar fisicamente a las empresas competidoras, mejor hacer una OPA o comprar a un precio desorbitado, que ya se recuperará subiendo los precios lo que sea necesario. Mucho más civilizado, más fácil y productivo en el caso de los oligopolios, los acuerdos, todos ponen precios altos, todos ganan. Esta feo, es hasta ilegal, pero lo hacen multitud de empresas.

¿A qué viene todo este rollo ahora que el veranito pide cosas más intranscendentes? pues muy sencillo: uno de los motivos de no actualizar antes el blog es no poder disponer de una conexión de internet móvil, de esas de tarjetas GPRS. No conozco a casi nadie, fuera de las empresas, que se haya comprado una y la use. Uno podría pensar que a un precio menor, menores beneficios por cuenta, sí, pero tambien más usuarios y por tanto más beneficios totales. Pues no, como el mercado de móviles es un oligopolio práctico, a los cuatro o cinco operadores les cuesta muy poco ponerse de acuerdo en las absurdas tarifas que cobran por esas conexiones. ¿Que no se conecta nadie? bueno, ya caeran, no tienen opción. Quizá es que miden la capacidad adquisitiva de la gente comparándola con sus sueldos de megaejecutivos y, claro, las cuentas no salen.

Pues no, la conexión a internet no es el pan, que se fastidie el blog, no actualizo y fuera. ¿Dónde está la famosa autoregulación capitalista? sí, funciona, pero eso no significa que en un sentido productivo global, que beneficie el conjunto de la sociedad.

Y como este ejemplo hay infinitos. Sin ir más lejos las eléctricas y sus apagones por no renovar infraestructuras, las petroleras, el Starbucks ese, etc, etc.

Que me traigan a un planquinquenalista ruso de la vieja escuela, que quizá cruzándolo con una neocon de cartera de piel de cocodrilo y traje chaqueta salga algo interesante.

P.D. ¿Cuela como excusa por no haber tocado el Blog en un montón de tiempo?

7 comments:

Kaplan said...

No cuela, no. Yo quiero lo prometido: ¿para cuándo Optimismo?

Jafma said...

Básicamente de acuerdo en todo, salvo en que pueda salir algo interesante de mezclar ADNs rusos-neocons :-) Desde mi punto de vista, esto de las sociedades humanas no tiene solución, salvo el PETA (Plan de Exterminio Total y Absoluto). Y como eso, aparte de impráctico (tendría que exterminarme yo también), es una visión muy pesimista y cansa mucho, prefiero no pensarlo más. Hasta después de las vacaciones, al menos.

Me alegro que retomes el blog :-)

Cassandra said...

A mí me vale como excusa. En cualquier caso, me alegra verte de vuelta, aunque sigas en la vertiente pesimista. Desde luego, razón no te falta.

Edu said...

Bueno, está bien, optimismo... en la próxima entrada, pero es que es dificilillo.

Kaplan said...

Vamos, tú puedes. Piensa, por ejemplo, en esos chuletones...

Alejandro Caveda said...

Buenas camarada, me alegro de verle de vuelta por las virtuales aguas del oceano de las bitácoras, echabamos de menos su afilada pluma y su fino ingenio, espero que tus múltiples obligaciones no te impidan actualizar este blog aunque sea 1 vez al mes. Un abrazo.

Faustino Lobo Fernández said...

Jo tio! Lo de publicar un artículo titulado "capitalismo suicida" el día anterior al penultimo petardazo bolsístico (hipotecario en este caso) ha sido cosa de las entarñas e las ocas? Que capacidad de predicción, sin embargo los analistos económicos de pro no aciertan nunca.