Wednesday, December 31, 2008

Fin de año


Como contraste, para despedir un año que no ha sido para nada habitual, frenético a veces, sorprendente, traumático, terrible. En vez de fiesta, serpentinas y champán, un poco de recogimiento y música bellísima.



A mi me emociona especialmente la versión de Elly Ameling, pero no está en el youtube. Sirva esta interpretación, que tampoco está nada mal, para entrar el año despacio, con cierta capacidad para sentir las cosas bellas. Ni dinero, ni política, ni burbujas inmobiliarias, ni crisis globalizada, el arte siempre te será fiel.

Thursday, December 25, 2008

CSI La Vegas


Todo comenzó con CSI Las Vegas. Aunque se puede rastrear antes, el fenómeno de las series de televisión más grandes que la televisión y que, incluso, el cine, comenzó a tomar carta de presencia con esa primera temporada de CSI Las Vegas, ya tan remota. 

No quiero hablar ahora de los factores que condujeron a su éxito, aunque si puedo apuntar algunos: formatos de televisión mucho más cinematográficos y con una calidad de video y de audio mayor, público objetivo adulto, mucho tiempo para contar historias, unos guionistas a los que se les deja hacer su trabajo y se considera este el factor más importante de la producción. Seguramente habrá muchos más. Esta entrada, de todos modos, no pretender ser una análisis, ni siquiera una reflexión, tan solo un ¡¡¡UAOHH!!!.

Acabo de terminar de ver CSI Las Vegas, novena temporada, episodio 5. Después de tanto tiempo, siguen haciéndolo, siguen construyendo personajes, siguen dibujando tramas que te dejan con la boca abierta, que no son estúpidas y complacientes, sino que bucean en los trasfondos de la sociedad, de las psicologías, de un modo valiente y en la mejor tradición del género negro, todo ello trufado con una indudable valentía expositiva, con experimentos narrativos, con un color y una puesta en escena que te dejan anonadado. Y además, quizá como contrapunto perverso de otros CSIs -estos sí, televisivos, adocenados, moralmente pacatos y creativamente nulos- se permiten en lujo de terminar con un final abierto, anatema de la producción audiovisual; se cierra el capítulo con una escena dónde, por no haber, no hay ni final feliz, ni final infeliz, no hay final. 

Nueve años después, mantienen el pulso, no sé como lo hacen, pero lo hacen. 

¡¡¡UAOHHH!!!

Monday, November 10, 2008

Milagros de Vida


Es la autobiografía de James G. Ballard, terrible dinosaurio literarios del siglo XX y uno de mis escritores preferidos. No soy un devoto del género de las autobiografías, pero en este caso, y como casi todo lo que sale de la pluma de ese señor merece la pena. Escueta, asombrosa, sincera hasta dónde me ha sido dado conocer, autoanalítica, capaz y a ratos líricamente árida que no es lo mismo que árida líricamente sino todo lo contrario.

Para los lectores de sus libros, es un mosaico empedrado con sus inspiraciones y también una concesión a la claridad, al lado luminoso de la mente de un escritor que ha sido sincero al realizar la autopsia de las perversiones colectiva del siglo XX a través del hilvanado de sus propias obsesiones. Como el humorista que en privado es un cenizo, Ballard, profeta de la autolisis mental, de la surrealización de la realidad, se autodescribe como un optimista y amoroso padre-madre de familia apegado a sus mujeres y sus hijos. 

Y para el lector de Ciencia Ficción, perlas como su relación con Moorcock y las consideraciones acerca de la Ciencia Ficción vista como herramienta de disección del futuro o como protectora del Status Quo. 

Imprescindible. 

Sunday, November 02, 2008

Gatopardismo


Decía Giuseppe Tomasi di Lampedusa en su única obra El gatopardo y en boca de su protagonista, "Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie". ¿Cuantas repeticiones de la misma estrategia hemos vivido ya? Muchas, tantas que hasta tiene nombre, se llama gatopardismo

No me estoy refiriendo a la tan cacareada refundación del capitalismo, aunque tiene mucho de eso. 
 
Algunos antropólogos sostienen que la forma de la sociedad humana cristalizó y se nos quedó grabada en la estructura mental y genética (aunque hay mucho que discutir ahí) durante el largo periodo en que nos convertimos en homo sapiens, un millón de años atrás, y el día en que se acabo el paleolítico y surgieron las sociedades neolíticas. Vivíamos entonces, en sociedades pequeñas, aldeas de, como mucho, de un centenar de habitantes y habitualmente en grupos de una veintena a cincuenta individuos ligados por una estrecha red de parentescos y relaciones sociales. En esas comunidades pequeñas existía un curioso fenómeno, la meritocracia. El jefe de algo es el que más trabajaba, el más listo, el más dispuesto a ir el primero al entrar en una cueva tenebrosa, o el que más corría detrás de las gacelas. No se podía concebir de otro modo. En el otro extremo, el descarado, el que pretende vivir a costa de los demás, el que no salía de caza, o se quedaba siempre fuera de la cueva del oso pero luego pretendía comer como el que más, se le castigaba con lo opuesto; perdía crédito y se le miraba mal. En casos extremos podía ser expulsado de la comunidad, era un vago, un aprovechado, un jeta, conceptos con muy mala prensa hasta hoy en día.
 
Una prueba de que aquella vieja forma de obligar a trabajar y contribuir a todo el mundo, aún la llevamos en el equipamiento genético/social/cultural (elíjase lo que más guste). A todos nos indigna el que se cuela en la cola del pescado, el que pretende engañarnos con el cambio, el que quiere vender por encima del precio de las cosas. En experimentos psicológicos de teoría de juegos, se ha visto que raramente se escoge la estrategia más eficaz, que más beneficios reporta. Muy a menudo, preferimos perder un pequeño beneficio (que siempre será mejor que nada) antes que el oponente se lleve un beneficio mayor. Estamos castigando inconscientemente un comportamiento socialmente negativo. 

Y funcionaba, se le avergonzaba, se le echaba de la aldea, se le podía dejar sin comer. Cuando el paleolítico se terminó y la agricultura necesito de una organización y de estructuras sociales de mayor calado, comenzaron los problemas. Muchos sostienen que al contrario de la visión tradicional de que el neolítico supuso un avance, el descubrimiento de la prosperidad agrícola y ganadera, en realidad tan solo fue una huida hacia adelante. Había mucha más gente a la que alimentar y la caza y la recolección no daban para más. Y sí, la agricultura y la ganadería alimentaban a más gente, crecieron los grupos humanos, pero necesitaron de estructuras de poder abstracto para dirigirlo todo con eficacia y comenzó a hacerse más y más difícil detectar al vago, al jeta, al aprovechado. No dudo que hubo muchos dirigentes, muchos capataces eficaces, responsables, que contribuyeron a que la gente no se muriese de hambre, pero también aparecieron los jefes abusones, las élites que viven a costa del trabajo de otros sin hacer nada positivo, la injusticia social, en suma. 

Como era mejor aguantar un jefe malo de vez en cuando, y mientras no fuera demasiado malo, que morirse de hambre, pues vale, a trabajar y a callarse. 

De vez en cuando, tambien, las cosas se ponían feas de verdad, el jefe se volvía loco, intoxicado de poder. La gente se amotinaba, cambiaban a un jefe por otro, y todo seguía igual. Más tarde o más temprano reaparecían los abusos, por que dónde estaba el error era en la incapacidad de un sistema de autocorregirse sin un juicio externo. El que era jefe o élite raramente veía sus propios errores. O si los veía era convenientemente "silenciado" por sus compañeros de casta. 
Valiente intento el de los griegos en corregir no la situación, sino el propio sistema. La democracia no es otra cosas sino una puesta al día de la vieja meritocracia, convertida en un sistema para limpiar a los abusones y aprovechados y dejar operar a los jefes realmente eficaces y desinteresados. 

Pero ni siquiera la democracia, al menos su edición moderna, nos ha librado de esa vieja plaga. Hoy en día la casta social feudal, sacerdotal, guerrera, brahmánica, como se la quiera llamar, ya no son señores, sacerdotes, guerreros o brahmanes, son banqueros, directivos de empresas, consejeros delegados, ejecutivos que comparten muchas de sus características distintivas y maneras. Como sucedía antes, no es que no haya directivos eficaces, banqueros comprometidos, ejecutivos responsables, los hay, pero ellos no son el problema, el problema es el sistema que carece de filtro para limpiarlo de los abusones. Bueno, sí hay uno, la quiebra, el problema es que es el equivalente moderno a tomar el tesoro, quemar el templo/castillo y salir corriendo a ver si no me pillan. 

Las complejidad e inteligencia de los abusones modernos nos ha hecho desviar la vista del simple hecho de que solo estan distrayendo con una mano de lo que roban con la otra. Pero ha llegado la crisis, se les han caídos los velos, se ha descubierto el truco de una economía especulativa, vacía, improductiva. Se empieza a ver que eso de poner a trabajar el dinero es un absurdo. El único trabajo válido es el del esfuerzo por producir cosas o ideas, la industria, la agricultura, la ciencia, el arte. La usura, la ingeniería financiera, la bolsa, solo funcionan en la confianza de que siempre hay alguien que produce los bienes sobre los que luego se especula. No es justo que 10 euros ganados, pongamos por caso, barriendo la calle, sean los mismos 10 euros que se ganen o pierdan, por poner un ejemplo, por un diferencial de compra venta de minutos en un valor bursátil.

Esa igualdad solo puede tener sentido desde el punto de vista del que no se mete en la cueva del oso, por si lo mata, del que se hace el remolón en la construcción del puente que permita salvar el río con comodidad, pero que luego le quita la ración de comida a un despistado, acude al que más hambre tiene de la tribu y le dice que le da una ración pero que a cambio, le tendrá que devolver dos raciones la semana que viene. La semana siguiente dispone de dos raciones para prestar. Si sigue habiendo escasez de raciones seguirá aumentando su riqueza... ¡sin necesidad de arriesgarse o de mover un dedo!  

A nuestros especuladores globales de billones de raciones de comidas prestadas de hoy en día, no solo no les estamos echando de la aldea, sino que, descubierto su vil truco, cuando resulta que tienen raciones rancias y que no se pueden comer, les damos palmaditas en el hombro y les damos de la nuestra para que no se mueran de hambre, y ni siquiera tienen que amenazarnos con ejércitos o apocalipsis religiosos para convencernos.

Todo ha cambiado, pero nada ha cambiado, en todo caso hemos hecho un arte del gatopardismo.

Wednesday, July 30, 2008

WANTED


Reseña breve: Wanted, película de fantasía-acción-tiros más que satisfactoria. Producto del director ruso Timur Bekmambetov, responsable de las fascinantes Nochnoy dozor, (2004) y Dnevnoy dozor, traducidas como Guardianes de la noche uno y dos, que pasaron sin pena ni gloria por las pantallas de España cuando fueron las propuestas de cine fantástico más fascinantes e innovadoras en años de monotonía creativa.

La película, que incluye superestrellas en la pantalla (Angelina Jolie y Morgan Freeman. Nota curiosa: aunque la película ha sido rodada en USA la productora sigue siendo rusa, Bazelevs Production.), podría haber sido la típica película que apisonase en los engranajes de la producción hollywoodiense la creatividad y originalidad de un extranjero con talento. Hollywood lleva importando figuras de la dirección desde casi sus inicios, Hitchock, Otto Preminger, Fritz Lang y un largo etcétera. En algunos casos la adaptación fue buena, en otros, una desgracia, como la del taiwanés John Woo, que perdió toda la frescura y el interés en el cambio.

Bueno, dejando a un lado las complejidas de la globalización, la película en sí misma es un acierto en un género de tiros y asesinos profesionales, un tanto aburrido estos últimos años, por decirlo suavemente.

La película tiene una trama sólida, no una excusa. El guión es una criatura sana, bien nacida, coherente y sólida. Genial la construcción del submundo que late bajo el mundo real.

Angelina está correcta, no brilla pero no defrauda, Freeman bien, tampoco defrauda, el protagonista James McAvoy, muy bien, quizá por qué tiene un mejor papel.

Los efectos especiales sorprenden sobre todo por que se aplican a innovaciones de ambientación y trama, se usan como auténticos recursos narrativos que suman y no solo complementan.

La dirección muy por encima de la media en producciones fantásticas; valiente, innovadora, con ideas, ágil, visualmente impactante.

El resultado es el de una película que no defrauda, entretiene y divierte. Merece la pena verla, más en pantalla grande. Un soplo de frescura en un género un tanto asfixiado.

Monday, July 28, 2008

Libros electrónicos


Hace escasamente una semana me han regalado, por mi cumpleaños, un lector de libros electrónicos Sony PRS-505. Elegir ese regalo ha sido un acto con mucho de experimento. Había visto el lector antes, lo había manejado pero de un modo poco exhaustivo. Leí un par de artículos sobre él en internet dónde lo elogiaban bastante, sobre todo en comparación con la versión anterior, el modelo 500. Al final decidí tirarme a la piscina, comprarlo y ver si de verdad era un lector de libros cómodo y útil, la avanzadilla del fin de los libros tal y como los conocemos.
Primer problema: los señores de Sony, incompresiblemente, no venden el Sony eReader en el viejo continente. Bueno, no pasa nada, encontré una buena oferta en eBay y lo encargué. Me llegó en muy poco plazo. Sorprendentes las ventas electrónicas, ya casi aventajan en comodidad a la compra tradicional.
Bueno, a partir de ahí ha sido un amor a primera vista. El cacharro tiene un aspecto cuidado, sólido (carcasa metálica con una contratapa en imitación cuero que lo protege cuando está guardado en la bolsa).

Tras el correspondiente y frustante periodo de carga, al encenderlo suceden cosas raras, las diminutas bolitas bicolores que giran electrostáticamente y componen la imágen tardan en reaccionar y el refresco es lento, del orden de un par de segundos. Da igual, una vez generada la imagen no se consume energía, así se queda.

Procedo a acceder a los menús de la máquina. Las letras de los archivos de prueba que trae el equipo se leen sorprendentemete bien. Lo más curioso es que a más luz, mejor se lee, justo al contrario que las pantallas LCD que son retroiluimidas. La resolución de la tinta electrónica ha subido. Sin ser ninguna maravilla, 170 puntos por pulgada, es bastante buena. Las pantalla de los portátiles más pequeños, de 1024x768 puntos y 12 pugadas, tiene una resolución de 100 dpi. Queda aún lejos las resolucinoes offset y de impresora láser, de 600 dpi o incluso 1200 en algunos casos.

Junto con el lector se incluía un CD con software. Al intentar instalarlos encuentro otro problema: solo hay versión para Windows, nada para OSX. Como soy un switcher (un desertor de windows) reciente aún conservo mi viejo PC con el sistema operativo de Bill Puertas, pero ni siquiera hace falta, conectado el dispositivo funciona como una memoria usb cualquiera y se pueden meter y sacar los libros electrónicos como se quiera. Leo en el manual que acepta ficheros rtf, txt, pdf y lrf, a parte de BBbook que es un formato con derechos DRM. Por si fuera poco, también acepta tarjetas SD y Memory Sticks.

Y ahora comienza lo bueno. Me voy a internet a buscar algun ficherillo para alimentar la máquina y, zas, tras dos o tres opciones de google, tengo en el disco duro cosa así como 40 libros en formato pdf, html y algunos en lrf de Sony. Vaya, me digo, parece que esto de los libros electrónicos está empezando a pegar. No me quiero dejar llevar por el entusiasmo, que haya foros, descargas organizadas y demás no quiere decir mucho respecto a lo extendido del fenómeno de los libros digitales y sus lectores. Internet es así.

Bueno, a probar el lector. Problema: lee mal los pdf, o demasiado bien, depende de como se mire. Produce una imagen de la página perfecta en su formato pero con la letra demasiado pequeña. Para poder leerlos en condiciones hay que someter los ficheros a un proceso de conversión a lrf. Las guías, foros y demás información que encuentro en google me guían perfectamente, hay programas desarrollados para la conversión, trucos, experiencias de todo tipo; en fin, que el camino parece que esta trillado, o por lo menos algo aplanado.

Es entonces cuando se produce la primera experiencia de lectura electrónica: mientras escribo, de Stephen King, un libro no muy largo, sobre sus vivencias con la escritura, consejos y anecdotas, perfecto para probar el eReader.

Veredicto: se leen igual o mejor que en papel, nada de ojos cansados, dificultad en seguir las líneas, etc. La única pega, debido a que el contraste es menos que perfecto, necesitan algo más de luz que un libro normal. Es un poco como leer un libro impreso en papel reciclado, de fondo algo grisáceo pero perfectamente legible.

A partir de ese primer libro, he seguido buscando en internet, he descubierto un par de foros y blogs muy interesantes Vagos.es, Todoebooks y prs505castellano. Allí hay otros usuarios relantado sus experiencia con el eReader y otros lectores electrónicos y poniéndo a la disposición de los visitantes muchos libros electrónicos en una labor altruista digna de encomio.
Dándole a la descarga de forma compulsiva, he llenado unos cuantos dvd's con libros electrónicos, entre los que abundan los muy antiguos, inencontrables, clásicos y de vez en cuando novedades apetecibles. Algunos de ellos se encuentran en el formato del eReader; otros muchos en pdf, lo cual los convierte en dificiles de leer, necesitados de un proceso de adaptación que complica un poco su lectura.

El día 24, para mi sorpresa y placer, los señores de Sony pusieron a disposición del público un nuevo firmware para el 505. La mayor novedad es que ahora el lector puede reformatear los textos en pdf, ampliarlos y lograr que se puedan leer en un tamaño cómodo, sin necesidad de cambios de formato ni engorrosas operaciones. ¡Genial!

Ahora sí que la experiencia se aproxima a la perfección. La gozada de leer sin límite, una biblioteca de muchísimos ejemplares en menos de un kilo de peso, con una gran autonomía.

A estas alturas se imponen un par de reflexiones. La primera tiene que ver con el futuro. El libro electrónico está llegando, lento pero seguro. Las ventajas son tantas y los inconvenientes se van reduciendo de tal modo que el cambio llegará en un plazo que no será muy largo. Quizá, con todo, tarde un poco más en extenderse y popularizarse que lo que han tardado otros cambios de formato tecnológico (música mp3, películas, periodismo). El papel está mucho más en el sustrato de la civilización que esos otros medios; es, o ha sido, el principal soporte de información de nuestra civilización. Sustituirlo no será fácil.

La otra reflexión está relacionado con la primera. Cuando llegue el libro electrónico ¿qué va a pasar con la industria editorial? Me gustaría responder que se adaptará, que eliminando los costes de distribución e imprenta los lectores podremos seguir comprando libros de Planeta o Mondadori en versión electrónica y a un precio de un cuarto del actual, pero no, me temo que la cosa no será así. En vez de empezar a poner a disposición de la gente los libros en esta forma, a buen precio, bien editados, legales, sin DRMs pesadísimos y abusivos, tendremos que pasar un sarampión de descargas, de SGAES literarias, de torpes intentos de manipular el mercado antes de adaptarse a él, toda la larga parafernalia de despropósitos que hemos vivido con la industria de la música primero, y luego con las películas.

Con lo bonito que sería, ahora que llegan las vacaciones de verano, conectarse a las webs de editoriales o distribuidoras electrónicas, pagar y descargarse los libros que te apetece leer, novedades o no, y disponer de ellos en un formato perfecto, bien editados y corregidos y encima sabiendo que el escritor cobrará por ellos. Gastarse, digamos, diez, quince euros, por diez títulos, los necesarios para pasar un verano de lectura pausada y agradable al lado del agua, en la montaña o en el propio domicilio.

Da rabia que no se aprenda de anteriores errores, pero el ser humano es así, y no se le puede cambiar con facilidad. Mientras, habrá que comprar palomitas y sentarse en el borde del sistema a ver el espectáculo de las grandes editoriales naufragando, incapaces de dar un golpe de timón y evitar caer al abismo del futuro.

Thursday, June 19, 2008

Sympathy for Mr Vengeance

Siguiendo con la serie informal sobre la venganza creada por el coreano Park Chan-wook. Cronológicamente, esta es la primera de la serie. Estrenada en 2002, la siguieron Oldboy, y Sympathy for Ms Vengeance, pero la comento ahora por que este es el orden en el que las estoy viendo ya que en el fondo da un poco igual, cada película es independiente de las otras y el nexo de unión es únicamente el tema de fondo, la venganza.

Y de eso trata la película, de la venganza, pero no solo de eso, no hay un Charles Bronson de ojos rasgados haciendo de justiciero implacable, no, nada es tan sencillo, Es esta una película tan compleja como quizá lo es el propio mundo; tan despiadada, cruel e implacable como un destino adverso, como la sociedad neocapitalista que sufren los protagonistas. En eso comparte interés con las mejores obras de serie negra, negra, negrísima. Nihilista, pesimista, desesperanzada.

El protagonista es un sordomudo con el pelo tintado en verde, un poco corto de entendederas, nada parecido a esos disminuidos sobresalientes en otras virtudes tal y como nos los suele ofrecer Hollywood, como si una minusvalía hubiera de compensarse de algún modo para crear un ser humano válido. Lo acompañan en la historia su novia y su hermana, enferma del riñón y necesitada de un transplante. Tiene ahorrado el dinero para el transplante, pero no disponen del donante, por lo que decide acudir al mercado negro de órganos. 

Y ahí comienza una cadena de errores, despropósitos, de cosas que podrían haber salido bien, si ésta fuera otra película. Pero no, los protagonistas están marcados, condenados por una sociedad brutal que solo los usa como máquinas productivas. Este es el otro gran tema de la película, quizá el principal, la despiadada economía de mercado que destruye a los individuos, aún a los que tienen éxito en ella. 

La historia esta construida con pausa, con una mesura atenta a los detalles, preciosista, con una fotografía inferior a la de Oldboy, pero aún así notable, y con unos personajes que se desenvuelven por la pantalla desnudos de artificio. 

El sonido, sentido del que carece el protagonista, sirve para articular muchas de las escenas. No hay casi música incidental, el patetismo y horror de muchas de las escenas se nutren exclusivamente de lo visual, de unos encuadres magníficos y una cámara que, por fin, carece de inestabilidad y de nerviosismo de videoclip y muestra la maestría en la composición de las escenas con una calma y serenidad que ayuda al impacto de la historia, que podríamos decir "clásica", pero prefiero calificar como "eficaz".

Y qué historia, señores. No se la voy a reventar, pero como en Oldboy, ninguna de las tres patas de esta magnífica película cojea, guión, dirección y actores todos magníficos. 

En fin, que estoy encantado y me acabo de reencontrar con un cine que creía ya no existía, aquel que cuenta cosas, incluyo crítica social, de un modo atrayente, hipnótico, con un pulso narrativo colosal. 

Vamos, que me declaro fan de Park Chan-wook, aunque no sepa ni pronunciar su nombre. 

Sunday, June 15, 2008

Sobre hipocresía y publicidad



Define la Real Academia la hipocresía como: Fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan. 

El terreno natural de la política de hoy en día es el de los medios de comunicación, la opinión de la gente sobre los políticos y su gestión lo es todo, algo que no tiene por qué ser mala cosa. Lo es cuando esa opinión está manipulada, tergiversada, letalmente emponzoñada, la verdad secuestrada, amordazada y torturada para que camufle su aspecto de un modo más conveniente. Siempre ha habido maestros en la manipulación, Goebbles fue uno, pero sus métodos aunque inteligentes y muy convenientes, han quedado anticuados. Hoy tenemos una cosa maravillosa que se une al uso de los medios de comunicación masivos que inaurguró Goebbles en el siglo XX, prensa, radio, ahora televisión, se trata de las asombrosas técnicas de la publicidad. 

¿A qué viene tanto rollo? Muy sencillo a un anuncio de la DGT hecho para acojonar motoristas, y más aún, familias de motoristas. Elijo este ejemplo por qué la Dirección General De Tráfico, y más últimamente con su director Pere Navarro, se ha convertido en el paladín del uso eficaz de la falacia, la imagen deformada, la desinformación interesada. Si hacemos caso a su publicidad, a su campaña de demonización, a su mano dura represiva, los conductores somos los culpables de todos y cada uno de los accidentes que se dan en las carreteras. 

En algunas otras campañas, los actores víctimas fingidas, lloraban por su tremendo error, por ir deprisa (única causa de todos los males del mundo, al parecer), ahora, en vista de lo estúpido, lacrimógeno, incluso ridículo de tales anuncios, ahora el hombre en la silla de ruedas se levanta y te dice que es un actor, que podría pasar, pero que no ha pasado aún. 

En fin, dejaremos para otra ocasión lo burdo de la manipulación. Las causas de los muertos en carreteras son muchas y complejas, y ante lo difícil de deslindar causas y posteriormente estudiar científicamente soluciones como hacen en otros países, se ha preferido siempre y se sigue haciendo así, culpabilizar al conductor, crear una falsa imagen de loco suicida (qué no digo que no  los haya, pero no son en absoluto significativos) y así asustar madres y novias, aludir a la justa e irracional ira, subir penas, aumentar multas y pasar de puntillas sobre estúpidos exámenes de conducir, nula formación vial, absurdas señalizaciones en las carreteras, puntos negros, lentitud de los servicios de emergencia y elementos viales en las carreteras claramente asesinos como los guardarrailes. 

Ahí vamos entonces a la hipocresía. Dudo que los gerifaltes del gobierno, y el director de la DGT a la cabeza, no sepan estas cosas, por tanto lo suyo, incluyendo esas campañas de soltar palomas por los muertos en la carretera, no sean la más pura de las hipocresías. 

Gracias a internet puedo ofrecerles una imagen que no es fruto de un grupo de creativos hiperpagados, ni de las mentes defectuosas y fraudulentas de algunos hipocritas apoltronados, sino un puro testimonio, una pequeña voz de respuestas ante tanto dislate continuado. Claro que, volviéndose un poco conspiranoico, quizá esa sea realmente su función. Mientras Pere Navarro se convierte en motivo de controversia, se desvía la atención de otras cosas más importantes, ciertos males endémicos que todo el mundo ignora o prefieren ignorar, dada la tremenda dificultad de solucionarlos. Pero eso será motivo de otro post. 

No va a tener tanta repercusión como el primer video, pero a mi, este, si me parece sincero y conmovedor. 



Friday, June 06, 2008

Oldboy


Pasando un poco de tanta economía, solacemos un poco el espíritu con una obra de arte. Y de tal se trata: Oldboy, la película del coreano Park Chan-wook; con Choi Min-sik, Woo Ji-tae y Gang Hye-jung como actores principales. Lo sé, es casi imposible acordarse de los nombres, pero, recuerden, con el tiempo será necesario. Corea, ese país lejano y lleno de gentes con los ojos rasgados, serios, comprometidos en una economía de mercado brutal, van a dar que hablar en la historia —algunos dirían histeria— del cine, sino lo están dando ya.

Oldboy es una película de una factura impecable, una fotografía de escándalo, unos encuadres y puestas en escena magníficos y unos actores que se salen. Bastaba eso para realizar una película brillantes... pues no, también es necesario un magnífico guión, y Oldboy lo tiene, baasado en un cómic japonés guionizado por Garon Tsuchiya, y dibujado por Nobuaki Minegishi. 

Supongo que no estoy descubriendo América — Corea en este caso—, que ya hay por ahí mucha gente reivindicando el cine de aquel país lejano que tiene más de 400 escuelas de cine y dónde los estrenos de Hollywood tienen que programarse cuidadosamente para que no coincidan con el de alguna película del país para evitar perder espectadores.

En Corea, como en todos lados, se cumplirá la famosa ley de Sturgeon, el 90 % de todo es mierda, de momento, he debido escoger bien, por que entre Park Chan-wook y su colega y vecino, Kim Ki-Duk —sin olvidar a Bong Joon-ho, del que solo he visto la magnífica memories of murder— me han llenado los ojos de oro.

Centrándonos en Old-boy, no cuesta mucho definirla como cine negro, una película de intriga criminal, el fascinante motor de la trama es el de un hombre al que alguien encierra en una prisión quince años, sin ninguna explicación, sin saber si al día siguiente lo liberaran o acabaran con él. Al cabo de esos años, lo liberan. La historia se convierte en un carnaval de venganza, la amarga y dura venganza que es el único sustento de las almas rotas. El protagonista se mueve por el metraje arrastrando su amargura, desquiciado, pero no más que los oponentes con los que se encuentra, no más que sus siniestros y ocultos enemigos. Y hasta aquí puedo leer. Veánla, amigos, veánla y disfruten.

No puedo terminar esta pequeña reseña, sin hablar de la que podría ser la mejor escena de lucha que he visto en el cine, y, creánme, he visto muchas. Un travelling en colores verdosos, un pasillo interminable, cientos de enemigos, un solo héroe que pelea bravamente y, atención, una épica que deriva del naturalismo extremo; una sobrada típica del héroe machote, hecha por un héroe que no es un superman y no pega saltos de seis metros, ni sabe kung-fu, solo pelea por sobrevivir armado de un martillo bricolajero con usos un tanto... sangrientos.

Ah, se me olvidaba... si la ven y les sabe a poco, la película forma parte de una trilogía informal, llamada de la venganza, junto con Sympathy for Mr. Vengeance y Symplathy for Mrs Vengeance.

Saturday, May 03, 2008

Economía


La economía es como las avalanchas; puedes ignorarla pero eso no evitará que te atropelle. Digo esto al hilo de la que parece que se nos viene encima. Tras mucho pensar, parece que los economistas empiezan a verle las orejas al lobo, y el desastre de casi dos décadas de liberalismo desbocado está casi preparado para arrasar la faz de la tierra.

Si se escuchan las voces domesticadas de los economistas a sueldo de los gobiernos, esto no es una crisis, solo un reajuste, una coyuntura o una suave deceleración. Mucho habría que hablar de esa tendencia, también muy de estos últimos tiempos, de negar la realidad a base de cambiarle el nombre a las cosas. Una absurda y fraudulenta maniobra de marketing político-económico destinada a vestir la mona de seda. Pero, como decía Feynman, a la naturaleza no se la puede engañar. Me temo que esta vez la cosa pinta bastante mal y no toda una enciclopedia de eufemismos puede detener a la realidad que se avecina.

Sirva como ejemplo un botón: en la famosa y estudiada crisis de la bolsa de 1929 (uno diría ¿para qué tanto estudio si luego han ignorado concienzudamente todo lo aprendido?) el reajuste de la economía real respecto a la inflacionaria bursátil era de, aproximadamente, un 20 % de dinero no existente, puramente especulativo, sin una base económica real y que solo se sustentaba en la progresión geométrica de la avaricia ultracapitalista. Se estima que a día de hoy ese desajuste es del 80 %. Hay cuatro veces más dinero irreal que base económica que lo sustente. Si se produce una merma en la confianza que mantiene ese dinero irreal arriba en la espiral siemprealcista de la economía moderna, y se pretende convertir ese capital en dinero del de verdad... pues se puede producir un estallido de burbuja brutal. Dicen algunos que incluso podría arrastrar a la, hasta ahora, locomotora económica del mundo, Estados Unidos.

De cualquier modo, yo sé quién va a pagar el pato, quién siempre lo paga, el más débil, el engañado, el objetivo de tanta mente brillante ideando estrategias de marketing, el defectuoso en educación económica: el ciudadano más pobre y débil, la base oprimida de la sociedad opulenta en que vivimos. Seguro que el que se ha enriquecido estos años, tiene ya su dinero convertido en bienes no susceptibles de devaluación, ni bonos basura, ni capital riesgo, buenos bonos del tesoro, o inversiones en metales preciosos.

Otro botón de muestra que me ha indignado sobremanera: cuando una empresa quiebra y deja sin ahorros a miles de ciudadanos (vease afinsa, etc.) se declara un concurso de acreedores, se reparte lo que hay y si alguien pierde, no son los titulares de las empresas arruinadas, los estafadores, si no los inversores. Si una familia suda tinta para pagar su hipoteca, y resulta que el valor de su piso bajo por debajo del dinero prestado por el banco en forma de hipoteca, el estado autoriza al banco a que le exija al hipotecado un aumento de las garantías de la hipoteca. Siguiendo un ejemplo práctico: Si a una familia se le ha concedido una hipoteca por valor de 150.000 euros, y tienen la mala suerte de que el valor de mercado de su vivienda cae por debajo de los 150.000 euros, por ejemplo, 120.000, el banco puede exigirles que añadan como garantía hipotecaria algún bien de su propiedad (casas del pueblo, tierras, cualquier cosa con valor tangible, nada de coches y chucherías de esas) por valor de 30.000 euros. Eso quiere decir que si las cosas les van realmente mal y no pueden pagar la hipoteca, el banco se quedaría con la casa más los bienes añadidos como garantía suplementaria, hasta cubrir los 150.000 euros mencionados.

El banco nunca pierde, señores. Con esas reglas dan ganas de no entrar nunca más a jugar en esta puñetera economía de mercado, liarse la manta a la cabeza. guardar los ahorros en forma de oro debajo de un ladrillo, y tirarse al monte a desvalijar mercedes de banqueros.

Aquí el temor del gobierno ( de este y el de los otros estados) es el de que aumente la morosidad y los bancos quiebren. Ya no tienen confianza entre ellos mismos, se temen la epidemia de bancarrotas y ante ella prefieren no dar dinero prestado a otras entidades no vaya a ser que se queden con él. La consecuencia directa, el euribor sube a pesar de que el interés oficial del dinero en europa baja. El interés está a un 4% y el euribor a un 4,9, situación claramente inaudita si no es por esta explicación. Los bancos, viejos zorros, no se fian entre ellos, los estados no se fian de que los ciudadanos hagan frente a sus compromisos, solo falta que los ciudadanos, desinformados y encantados por las flautas siempre falaces de la publicidad, empecemos a ejercer de la misma perspicacia y no nos fiemos ni de gobiernos ni de bancos. Viva la economía de la desconfianza, del palo y tentetieso, de las mafias corporativas y oligopolistas, de las economías virtuales, corruptas y ladrillescas. Una nueva etapa parece que se abre paso en la historia.

Sunday, April 13, 2008

Cloverfield



Cloverfield es una película de Godzilla destruyendo Nueva York. Esta es una afirmación exacta, como también lo es que Godzilla es una reedición de una historia clásica, el hombre enfrentado a la destrucción azarosa de una naturaleza catastrófica, un universo hostil lleno de dioses caprichosos, pasada por el trauma de un bombardeo nuclear. En Cloverfield tambien hay un monstruo enorme, descomensurado, ilógico que destruye la ciudad y en último termino, la psique de los ciudadanos y frente al cuál no hay más defensa que el suicidio de dejar que los militares se empleen a fondo en destruirnos para destruir al enemigo.

Curiosamente, de una historia fantástica se puede excavar mucho, y hay mucha profundidad por debajo, mucha más que en algunas de esas películas "realistas" (entiéndanse las comillas por irónicas, cualquier obra de arte es, en último término, un reflejo de una realidad), de sentimientos, de burgueses enfrentados a sus propias contradicciones -entre los que se incluyen, a su pesar, guionista y director-, o de marginales terminales apaleados por el sistema con los que nos machaca la "intelligentsia" cultural. 

Hoy no quiero hablar del mensaje, que creo que muchas veces es universal, sino del medio, de la forma de narrar que muta culturalmente cada segundo. Cloverfield está narrado tomando prestada la técnica de otras obras contemporáneas. La referencia más cercana: El proyecto de la Bruja de Blair. El origen: la técnica literaria del recorte, periodismo inventado como truco para integrar al lector en una realidad inventada. Ha tardado en llegar a lo audiovisual. 

Cloverfield es quizá, la madurez de esta técnica. Una historia que en una narración tradicional podría haber carecido de interés, haber degenerado en una historia vacía sin incidir en las potencialidades del mito antes citado, por incapacidad de traspasar el filtro emocional de los espectadores (o por propia voluntariedad de vacuidad del director, guionista, productor, que también se da). Lo que vemos en la película es lo que una víctima de la catástrofe ha grabado en una cámara de video mientras sucede todo. Entre lo que había grabado en la cinta antes de que sucediese todo, y lo que se graba encima en varios cortes, entendemos la historia de catástrofe y la de sus protagonistas. 

No hay aquí voluntad de heroísmo final que en último término arregle un bonito final feliz, no hay tampoco pseudo explicaciones estúpidas, ni compasión con los protagonistas, que son víctimas y los acerca a los espectadores. Eso unido al tono realista que le da la realización cámara en mano, con cortes, caídas, operador inexperto y a unos efectos especiales que quedan realzados en ese uso de la imagen, consigue lo que busca toda obra de arte: dinamitar los prejuicios, comunicar a varios niveles, contar una historia ya contada muchas veces, pero para los oídos contemporáneos del artista, sin guiños estúpidos, dejando que la dimensión potencial que tienen estas historias clásicas revisitadas, calen hondo y lleguen al espectador. 


Friday, April 11, 2008

Más música por favor

Seguimos con música y Kubrik, estupenda excusa para poner este video:

Trío para piano en mi bemol de Schubert. Anacrónico, sí, es un poco posterior a la época retratada en la película, pero da lo mismo. Pocos instrumentos, tempo largo, casi un susurro, pero qué evocador. 

Fijense tambien en la iluminación de la escena, verán algo que se hizo una vez en la historia del cine, no se ha vuelto a hacer desde entonces -que yo sepa- y que posiblemente la técnica permita hacer dentro de poco, si no lo permite ya. Me refiero a filmar con iluminación de velas, únicamente, ni focos ni nada. Kubrick se empeño en retratar la penumbra dorada que iluminó los interiores de la humanidad hasta la llegada de la luz eléctrica. Y cuando se proponía algo, lo conseguía. Para poder impresionar película con tan escasa luz, tuvo que pedir que le fabricasen tanto ópticas ultraluminosas, como una película en color de alta sensibilidad. Como decía, los avances en cámaras digitales de alta resolución para cine, permiten que virguería semejante se pueda volver a repetir. 

Otra cusiosidad, una versión de Smoke in the Water, por una orquesta mixta de instrumentos traidicionales japoneses y de orquesta sinfónica. Una gozada, sobre todo por la profesionalidad y habilidad de los ejecutantes.



Otra versión de un clásico universal: Stairway to Heaven, una de las canciones más versionadas de la historia de la música. Esta vez interpretada por el virtuoso Stanley Jordan, capaz de tocar, con un instrumento no polifónico, como una guitarra eléctrica, acompañamiento y melodía gracias a la técnica del taping, es decir pulsar con las dos manos en el mástil. Al final de la canción hace algunas otras cosas con un bajo y una guitarra dignas de asombro. 


Y por último, una versión original: Take five interpretada por el cuarteto de Dave Brubeck. Su compositor es Paul Desmond, el saxofonista. Como curiosidad cito que el ritmo de la melodía está compuesta en tiempo irregular o asimétrico (no en los tiempos tradicionales de 4/4, 2/4, etc., sino en 5/4, con lo cuál los compases de casan perfectamente y queda una sensación de ritmo inconcluso muy curiosa). ¡Qué joyas hay en el youtube!




Sunday, April 06, 2008

Another brick in the wall

Después del post anterior, me quedé con ganas de hablar algo de Pink Floyd. No sé cuando me dio por escucharlos, hace mucho tiempo descubrí The Wall, cuando aún existían los vinilos y el disco tenía unos magníficos diseños de contraportada, ladrillos blancos, dibujos de Gerald Scarfe. Luego, mucho después, llegó la película, cuando el disco ya estaba rayadito de tanto escucharlo. 

No sé si se han quedado anticuados, no sé si esa grandilocuencia, esas pretensiones, a veces desaforadas, con que el grupo salió de la época ácida (que dejó atrás la cordura de Syd Barret) y se lanzó, de la mano de Roger Waters, a una ambición sónica de dimensiones casi wagnerianas, han resultado, a la postre, en un artificio, un adorno excesivo.

Quiero creer que no. 

Y me intersaba tambien Pink Floyd, aunque supongo que aquí me refiero más a Waters, a esa dimensión descriptiva de algunos de sus álbumes. Discos temáticos, como el propio muro, como los que luego haría Waters en solitario: Radio K.A.O.S. y Amused to death. Descubría ahí el reverso de la música en las películas, dónde solo es la comparsa de la imagen. En esos álbumes la música era la que contaba la historia, la narradora emocional del oyente, concepto que luego descubrí viejo, usado muchas veces en la música clásica antes de que se volviese definitivamente abstracta a finales del XIX. 

¿Y para qué tantas vueltas? pues para volver a "2001, Una Odisea del Espacio", claro. Este es mi pequeño homenaje a Arthur C. Clarke, recientemente fallecido, a Stanley Kubrick, fallecido hace algún tiempo, a Pink Floyd, grupo muerto también hace algún tiempo por mucho que se preocupen de resucitarlo, y a mis recuerdos de como los descubrí a todos, que espero no mueran nunca. 

Pink Floyd otra vez poniéndole Banda Sonora a 2001: psicodelia, flipe visual, chute definitivo de metafísica y ciencia ficción, no se puede pedir más.