Este año me han invitado a la Semana Negra. Dicho así parece una cosa simple, una nota a pie de página, un comentario, una noticia breve, y no lo es, no en absoluto, al menos para mí, y requiere cierta explicación.
No es la primera vez que he ido por aquellas tierras del norte en las primeras fechas de julio, ni la segunda ni la tercera, y en todas las ocasiones lo he pasado estupendamente. Gijón es un sitio muy especial. Tiene mar y eso ya es un puntazo. Tiene sidra, y cabrales, y no hace calor, que también ayuda. Pero lo más importante es que lo habita una gente estupenda y que siempre han recibido a los forasteros con los brazos abiertos.
De aquellas jornadas el tiempo ha pelado muchas cosas, muchos detalles nítidos. Recuerdo que tras el shock del viaje y de conocer gente nueva (soy tímido, aunque lo disimulo bien), pasadas unas horas, se me quitó la cara de pasmo, ayudado por la estupenda acogida de los de allí, y comencé a disfrutar, a acumular una sensación, un estado de ánimo atlántico, húmedo, norteño pero también muy cálido. Supongo que de esas condensaciones del alma es de lo que se nutren los poetas: son como bolas, pequeñas perlas negras donde se amasa el poso que dejan los recuerdos concretos al evaporarse. Y a lo que más se parece esa esencia de las semanas negras vividas, es una sonrisa leve pero constante, un bienestar tranquilo y sazonado de brisa marina, un disfrute intelectual y físico desprovisto de prisas, pero no exento de humor socarrón, de chanza y a ratos de melancólica añoranza, tan celta, tan de nieblas y mares encrespados.
Como podréis comprender, me apetece mucho volver, y compartir esa sensación con los que acudan. Con un poco de colaboración de los hados, Nati puede que también venga. Sería, entonces, la ocasión perfecta.
Wednesday, May 24, 2006
Semana Negra 2006
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1 comment:
Pues sí, lo de punto de lectura fue una cosa un poco extraña, la verdad. Creo que esa editorial se nutría de libros ya editados, y el nuestro fue uno original, aparecido directamente allí, y no sabían por dónde andarse.
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