Wednesday, June 14, 2006
La ciencia ficción
Confieso que me he sentido herido por lo que dice Lem de la CF en esta entrevista. Reproduzco sus palabras:
El género de la ciencia ficción es algo que no soporto, lo considero un género muy menor, muy pueril y carente de todo valor cognitivo. Prefiero mil veces cualquier novela policíaca, por mala que sea, que todas esas zarandajas galácticas…
Bueno, ya sabía que era un cascarrabias, aunque me sorprende la violencia de los argumentos. Después de reflexionar un poco también me ha servido para comprender ciertas cosas sobre los géneros y su consideración social. No puedo dejar de estar de acuerdo con Javier Esteban cuando dice en The Gentle Art Of Writing Enemies, que las más duras críticas al género vienen de gente que no lo conoce, puro problema de prejuicio vamos.
Se me ocurre un curioso experimento: supongamos que los géneros literarios son países. Veamos cómo se ve ese conflicto desde el punto de vista nacionalista:
Los del país Cienciaficcionia tienen una imagen de los del país Generalístia como un sitio un poco snob, donde la gente es muy pedante. Su idioma está lleno de retrúecanos y muchas veces los usan para no decir nada. Y aunque son un poco meláncolicos, y siempre están recordando cuando eran niños -cosas del clima del país-, sin embargo son gente rica, organizada y están bien vistos en otros países. A los del país Cienciaficcionia les gustaría ser como sus vecinos pero no quieren renunciar a sus desordenados festejos, sus orgías de efectos especiales e ideas peregrinas, entre las que las hay magníficas y otras ridículas, y a un interés cercano al fanatismo por la ciencia. Se llevan mucho mejor con los otros vecinos: Fantasia, en muchos aspectos el mismo país; Negralia, país infestado de delincuencia, con graves problemas sociales, pero sin embargo tíos auténticos, luchadores y siempre interesados en contar una historia; y Pornonia y Romantia, sitios peculiares, entregados a Venus y Pan, exagerados y funcionales cada uno a su modo.
Se dice que muy lejos, cruzando el país desierto llamado Futbolo, hay una nación llamada Historícia, donde todos los habitantes poseen máquinas del tiempo que usan constantemente. Cuentan que allí el pasado es lo más importante, y visitarlo y revisitarlo constituye su modo de ser y su industria. Es un país en rápido crecimiento, al parecer.
A los habitantes de Cianciaficcionia, los demás países les identifican por su folklore, las tradiciones que atraen el turismo, sobre todo a las ciudades de costa y veraneo como Ben-Espaceoperor y Torre Fandomia. Como ese turismo parece dar señales de agotamiento, el gobierno de ese país intenta montar campañas para promocionar el turimos interior, el de calidad, pero a pesar de que hay viajeros que hablan elogiosamente de esas zonas, apenas son visitadas.
La verdad es que todo cuadra. Hasta se pueden localizar las guerras, locales e internacionales.
¿ La cura? La misma que para el nacionalismo cerril aplicaba Baroja en su famosa frase: "El nacionalismo es una enfermedad que se cura viajando".
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13 comments:
Muy bueno, lo has clavado :)
Hombre, a Lem ya le había leído cosas por el estilo pero no deja de ser paradójico y gracioso que un escritor al que muchos usamos como argumento de peso para "legitimar" la ciencia ficción, luego coja y la ponga a parir. Y nos molesta que alguien como Ishiguro diga que última novela no es ciencia ficción...
Es que el nacionalismo es un sentimiento territorial, inmediato, del cerebro reptil, y que solo cede ante la posterior elaboración del neocortex, y, por tanto, muy tendente a respuestas violentas y poco razonadas, racismos, prejuicios, etc.
Ahora que lo pienso... si seguimos con el símil y cambiamos las palabras de Lem para poner...
No soporto a cienciaficcionía, lo considero un país muy menor, muy pueril y carente de todo valor. Prefiero mil veces cualquier habitante de Negralia, por tonto que sea, a todos esos zarandajas galacaticos Cienciaficcionios.
Es puro prejuicio.
Bueno, supongo que cuando uno llega a cierta edad y alcanza un nivel de prestigio y reconocimiento por sus ideas tiene tendencia a confundir sus prejuicios con juicios. Es lo que ocurre cuando te quedas sin interlocutores con capacidad para replicarte, sólo con gente que aplaude tus ocurrencias. Y no es que critique a Lem porque aparte de que tener una opinión así no resta ni un ápice de mérito a su obra, les pasa a muchos grandes escritores.
Pero no deja de ser una visión injusta y sesgada y a alguien no familiarizado con la ciencia ficción que se escribe no hará más que confirmarle sus prejuicios.
Me parece bastante peor la actitud del periodista, que se supone que es tio leído y más joven, pero incluso en el mundo de la cultura esta pronta la barricada y el fanatismo irracional, quizá más pronto que en otros campos.
Para muestra un botón (los entrecorchetados son mios), un fragmento del artículo que pone coda a la entrevista de Lem:
A pesar de que no me considero un lector de ciencia ficción, he encontrado en esta novela muchos aspectos que la entroncan o son afines a aquella literatura que no entiende de géneros [literatura que no entiende de géneros=generalista. Le niega a Solaris la adscripción al género de CF que le corresponde desde el más estricto punto de vista sin ninguna justificación]( no en vano se hicieron dos versiones cinematográficas de ella, la de Andrei Tarkoski en 1.973 y la de Steven Soderbergh de 2..002) [pobre justificación para el razonamiento, que se hizo una película], y que la emparenta con lo que estimo es la auténtica literatura [luego la literatura de géneros no es literatura]; la que aborda los problemas humanos desde nuestra condición más humana [cosa que, por supuesto no hace la CF]. Aunque nos internamos en el cosmos preparados para todo, es decir para la soledad, la lucha, la fatiga y la muerte, la vida en la tierra y fuera de la misma es igual, en tanto en cuanto lo que cambia es el entorno o contexto, como en este caso el del planeta con dos soles llamado Solaris, así como el tiempo, un futuro que no se llega a precisar.
[vamos, ni puta idea de lo que habla. Precisamente de eso trata la novela, de cómo el ser humano se enfrenta a un nuevo y terrible entorno. La vida en la tierra y fuera de ella es igual, lo mismo vamos.]
Así Christiane Zschirt, la autora de “Libros. Todo lo que hay que leer” (edit.taurus 2.004) llega a afirmar que “ésta novela tiene tanto que ver con la ciencia ficción como el capitán Kirk con Mefistófeles” [en fin, el mismo razonamiento estúpido: es bueno luego no puede ser ciencia ficción, por que estamos todos de acuerdo que la ciencia ficción es mala. Razonamiento circular dónde los haya].
En fin, no sigo que me cabreo :)
Ante esta entrevista de Lem y su ya reiterada visión de la ciencia ficción adopto dos posturas.
1) Lem habla así de la ciencia ficción porque durante una etapa de su vida, y su obra lo demuestra, le pareció una herramienta utilísima para dar a salir todo su poder creador. Sufrió un desengañó, abandonó por completo el género y reniega de él. En otros ámbitos de la vida es algo habitual (¿qué presentador de las mañanas radiofónicas fue militante del PCE y no lo parece ni por asomo? XD)
2) Lo que Lem entiende por ciencia ficción no es seguramente lo mismo que nosotros entendemos por ciencia ficción. Dudo mucho que Lem meta a Disch, Dick o Le Guin dentro de esa etiqueta.
¿Las declaraciones pueden hacer daño? Pues no mucho. Dudo que después de leerlo alguien modifique su visión de la ciencia ficción. Además, sinceramente, cuando uno de estos autores ya entrados en años se pone estupendo (y estoy pensando en Kurt Vonnegut), mezcla sensatez con unas idas de olla descomunales.
Y lo del artículo de después... no merece mayor comentario. Ahora mismo estoy en la fase en que estas opiniones me producen indiferencia. Con lo de Ishiguro y Roth creo que me curé de los ataques de ira.
Se me olvidaba comentar que como ciudadano de Cienciaficcionia a veces participo en guerras civiles verbales en las que me enfrento una serie de conciudadanos entregados a la adoración de absurdos ídolos que no aportan nada al progreso de la patria. Participan de extraños cultos fraguados en el soma más vacuo, dentro del cual anida la apocalíptica figura del Emperador de todas las cosas.
Eso hace que me llamen elitista, calificativo que he aprendido a llevar con gallardía.
XD
"Crítico", Nacho, la palabra exacata es "crítico" :p Y no te cuento lo que nos llaman por ahí a los inmigantes...
Para mí la ciencia ficción es siempre literatura a secas. Acepto que hay una distinción por géneros, vale, pero la temática o los tópicos que trate me resultan indiferentes para valorar cada obra. Así que eso de que Solaris es una gran libro "a pesar" de que transcurre en una nave espacial... como que no.
Lo que me preocupa no es tanto que no ha leído, ergo no tiene ni zorra de esto, alimente sus prejuicios, sino que los grandes valederos te salgan con estas. Más que nada porque luego pasa lo que pasa: cada vez que alguien de fuera habla de un libro de género que le ha sorprendido y agradado siente que tiene que justificarse y escribe joyitas similares a esa que acaba de despiezar Edu.
Bueno, no sé, tienes razón Nacho en lo del desengaño de Lem. Y con lo de la ciudadanía de Le Guine y otros, je, me estoy acordando de que en Francia A Picasso lo consideran Francés, y en España, español. Algo así pasa con esos autores, los malvados prebostes de Generalístia se los quieren quedar con ellos arguyendo que han vivido mucho tiempo allí. Y una leche, nacieron aquí, en cienciaficcionía. Hasta tienen estatua y nombres de calles. :)
Sí, Javier, yo creo que es sentimiento de culpa, puro y duro. Deben pensar "estoy hablando bien de una cosa que debería ser execrable por pertenecer a un género execrable" en vez de cuestionar sus prejuicios, prefieren cambiar la clasificación. Nacionalismos , bah.
Sí, con la diferencia de que en Cienciaficcionia las fallas se hacen con autores y críticos :) ( y de vez en cuando hay algun autoret indultat, claro, que va al museo).
A los críticos nacionales también les queman de vez en cuando...
MUY BUENO!! :-)
Buenísimo :-)
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